ME VOY - ANAKENA

En el videoclip “Por Hoy” del grupo venezolano Anakena, mi propuesta de dirección de fotografía se construyó a partir de cuatro universos visuales distintos, cada uno con un tratamiento propiopero todos en diálogo con la canción.

ANAKENA - ME VOY

En el videoclip “Por Hoy” del grupo venezolano Anakena, mi propuesta de dirección de fotografía

se construyó a partir de cuatro universos visuales distintos, cada uno con un tratamiento propio

pero todos en diálogo con la canción.

Motorcyclist in helmet in a dark tunnel, illuminated by bright strip lights.
ANAKENAANAKENAANAKENAANAKENAANAKENAANAKENAANAKENAANAKENAANAKENAANAKENA
ME VOY
En el videoclip “Por Hoy” del grupo venezolano Anakena, mi propuesta de dirección de fotografía se construyó a partir de cuatro universos visuales distintos, cada uno con un tratamiento propio pero todos en diálogo con la canción.
Utilizando ópticas Zeiss Super Speed T* 1.3 y un Zeiss 10mm angular en función de cada secuencia
Filmado con Blackmagic 4K. En el mundo del baile (rodado en Átipica Espacio, Madrid) quise crear el espacio más onírico del videoclip. La neutralidad del plató, casi teatral, me permitió generar un escenario donde la coreografía y la música flotaran en un ambiente irreal. La cámara se movió con fluidez, buscando transmitir una sensación de ensueño y ligereza, como si la danza existiera en un tiempo suspendido. En el mundo subacuático, trabajé para construir uno de los pasajes más poéticos de la pieza. Para ello utilicé una Arri HMI 1200 como contra de luz, que atravesaba el agua generando haces etéreos y texturas de refracción que rodeaban al protagonista. Me sumergí junto al director y al actor, llevando la cámara dentro de un cage submarino, lo que me permitió capturar con cercanía la fragilidad y el peso simbólico de ese espacio onírico bajo el agua.
Utilizando ópticas Zeiss Super Speed T* 1.3 y un Zeiss 10mm angular en función de cada secuencia
Filmado con Blackmagic 4K. En el mundo del baile (rodado en Átipica Espacio, Madrid) quise crear el espacio más onírico del videoclip. La neutralidad del plató, casi teatral, me permitió generar un escenario donde la coreografía y la música flotaran en un ambiente irreal. La cámara se movió con fluidez, buscando transmitir una sensación de ensueño y ligereza, como si la danza existiera en un tiempo suspendido. En el mundo subacuático, trabajé para construir uno de los pasajes más poéticos de la pieza. Para ello utilicé una Arri HMI 1200 como contra de luz, que atravesaba el agua generando haces etéreos y texturas de refracción que rodeaban al protagonista. Me sumergí junto al director y al actor, llevando la cámara dentro de un cage submarino, lo que me permitió capturar con cercanía la fragilidad y el peso simbólico de ese espacio onírico bajo el agua.
Desde la dirección de fotografía, mi objetivo fue reforzar esa tensión entre lo familiar y lo fantástico, generando una atmósfera íntima pero inquietante.
La luz y el encuadre jugaron aquí un papel clave para resaltar la extrañeza de esas acciones dentro de un espacio aparentemente común. En el mundo urbano del túnel, busqué trabajar con la energía y la velocidad. Para ello grippé la cámara con el Zeiss 10mm angular en la parte frontal de una moto, creando un punto de vista directo y arriesgado. El resultado es una imagen vibrante, marcada por el movimiento, las fugas de luz y la fuerza de la ciudad. Mi dirección de fotografía buscó que estos cuatro mundos —onírico, poético, doméstico-fantástico y urbano— coexistieran dentro de un mismo videoclip. Cada uno aporta un registro distinto, y juntos amplían el espectro visual y emocional de la canción, oscilando entre lo sensorial y lo narrativo.

Jimmy Monagar © Todos los derechos reservados 2025.